Afortunadamente el arte, la poética del cuentacuentos se va trasformando en beneficio de los distintos tipos de público que tenemos en el siglo XXI, sin olvidar sus raíces, su esencia, los vertederos de donde se ha nutrido por años, incorporando también otros elementos, herramientas e historias, que logran que los niños y adultos de hoy se identifiquen con lo narrado, y además de manera inmediata.
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